El mejorar tu salud no se trata de seguir un plan y ya…
Mucha gente piensa que el bajar de peso es simplemente un plan a seguir. Aunque un plan ayuda y si es necesario para transformar tu cuerpo, hay cosas más importantes que hay que tomar en cuenta.
Hay muchas personas que sus hábitos vienen de generaciones pasadas…
Los malos hábitos muchas veces son inculcados por nuestra familia y solo tenemos que reprogramar nuestro cerebro para tomar mejores decisiones y transformarlos en nuevos hábitos para perder peso y transformar nuestro cuerpo.
También hay gente que toma malos hábitos en el transcurso de su vida…
Pero muchas veces nosotros adquirimos hábitos destructivos por los traumas que traemos desde pequeños.
Como les ayudo a mis clientes a transformar su cuerpo…
A los clientes que tomaron malos hábitos de generaciones antepasadas, les puedo ayudar. Solo requerimos que sepan cómo esos hábitos no los dejan mejorar su salud y reemplazar el mal hábito por uno bueno habito nuevo.
Pero a los clientes que vienen con traumas, se me hace más difícil ayudarles. Hay casos de mis clientes donde son exitosos y cambian su vida, pero tengo casos donde falló y no pude ayudarlos.
La vida tiene principios y nadie los puede romper…
Hace poco tuve una plática con una amiga acerca de una persona que se hizo una operación para bajar peso y en el tema salió el primo que también se había hecho una operación para bajar peso. El primo bajó entre 40 y 60 libras en menos de un año, pero después que el cuerpo se adaptó, entre los dos años, volvió a subir todo el peso que había bajado.
Le explique que el problema nunca ha sido y nunca va a ser nuestro cuerpo, sino nuestro estilo de vida. No importa qué operación se hagan, que se tomen, que se unten o que crean, siempre van a subir de peso porque el problema es su estilo de vida. Es un principio, no mi opinión.
La mano de Dios es necesaria para los casos difíciles…
Después de la plática, me quedé pensando en toda la gente que no he podido ayudar. Aunque haya ayudado a mucha gente a cambiar su vida, también he fracasado con algunos clientes. Me di cuenta que he tenido clientes que no he podido persuadir a cambiar su vida y que siguen con sus malos hábitos.
Me acordé lo que me hizo cambiar mis malos hábitos. Fue una depresión de un desamor. Ese fue mi fondo. Ahí me di cuenta que estaba en el mal camino y que si no quería volver a sufrir, tenía que cambiar. Fue donde Dios intervino en mi vida para que yo pudiera vencer todos los demonios de los malos hábitos.
Así que me pregunte, cuándo es que tocan fondo las personas. Algunas personas con un dolor de estómago, cambian su vida. Otras personas con un pequeño accidente son más precavidas. Hay muchos que solo con ver a otra persona sufriendo, cambian su vida. Pero hay algunos que pierden su familia, trabajo, salud, dinero, alguna parte del cuerpo, su reputación, y llegan hasta a morir y nunca cambian.
Deja que Dios intervenga en tu vida si no tienes la fuerza de voluntad para ganarle a los malos hábitos…
Así que solo pude concluir que cuando dejamos a Dios que trabaje en nuestras vidas es cuando podemos ganar nuestras luchas con los demonios de los malos hábitos.
Volví a recordar cuando caí en la depresión que me hizo cambiar. En ese momento, ya no estaba dispuesto a cubrir mi dolor con alcohol, amigos, sexo, pornografia, drogas, video y juegos. Estuve dispuesto a presenciar todo el dolor emocional que tenía. Fue donde le di la oportunidad a Dios que trabajara en mi. Fue cuando la mano de Dios intervino para que yo pudiera salir de mi auto destrucción.
Tú decides qué tan bajo quieres caer…
Si en realidad quieres cambiar y ya no quieres sufrir, deja de buscar atajos. Por ejemplo, si tienes enfermedades, sobrepeso y quieres mejorar tu salud, pero no puedes comer saludable, no optes por operaciones, pastillas, productos, dietas y todo eso. Mejor acepta que no hay otra forma legítima de bajar peso y ser saludable más que cambiar tu estilo de vida. Te vuelvo a repetir. No es mi opinión. Es un principio.
Toma todo el sufrimiento, traumas y miedos de los que corres y encararlos, date tiempo a solas y deja que Dios sea la solución, porque si no lo haces, nunca podrás mejorar tu vida y salir de esos hábitos que te tienen esclavizado.
No lo tomes a la ligera, solo Dios es tu solución.
Tu salud y metas están dentro de ti, tú decides cuanto car para llevarlas a cabo.