En mi carrera de entrenador he tenido muchos clientes. Así como tengo clientes que me aman, también tengo clientes que no soy de su agrado. Una de las razones es porque soy muy honesto con ellos y a veces puedo sonar rudo con las verdades.
Mi trabajo es darle resultados a mis clientes y para poder hacer eso, tengo que decirles donde están fallando aunque no quieran escuchar la verdad.
Así que en este artículo te voy a comparar una razón legítima para no hacer ejercicio con una excusa que podrías poner para no hacer ejercicio. Si no estás dispuesto a confrontar tus excusas y si tu pérdida de peso no es una prioridad, este artículo no es para ti. Posiblemente te ofendas así que deja de leer y busca un artículo que hable de lo que tu quieres escuchar. Pero si quieres ver cambios en tu pérdida de peso, cuerpo y vida, continua leyendo.
Así que vamos a empezar comparando algunas razones con algunas excusas…
Un hueso roto es una buena razón. Cualquier buen entrenador y doctor sabe que no puedes entrenar con un hueso roto. Es importante darle mínimo 6 semanas para que el hueso pegue antes de poder hacer ejercicio. Si no le das tiempo al hueso, el hueso sale de la posición inicial donde debe de pegar y tiene que empezar el proceso. Así que no es bueno hacer ejercicio con un hueso roto.
Un nudo en el músculo, una gripe, un dolor muscular o de articulación ya no son razones, estas se vuelven excusas...
Otra buena razón es tener un accidente el cuál requiere tu concentración para resolver, mejorar o salir del accidente. El accidente no tiene que ser fuerte aunque lo puede ser. Por ejemplo, digamos que tu tienes en tu calendario ir a hacer ejercicio a las 6 am, pero recibes una llamada de tu hija que tiene una llanta ponchada y tu eres el único o única que la puede ayudar, vas y le ayudas y el problema está resuelto. Pero ahora estás atrasada en tu trabajo y tu agenda de citas. Así que no hubo tiempo de ir al gimnasio. Eso es una razón legítima.
Pero esos problemas no pasan todos los días. Si tu hija te llama y dice que no se pudo bañar porque la regadera dejó de funcionar, estoy seguro que va a sobrevivir, llegar a la escuela y terminar su día hasta que la regadera funcione. No tienes que regresar a arreglar la regadera en ese momento. Puedes ir a hacer ejercicio e ingeniartelas de pues. La regadera ya se vuelve una excusa si no haces ejercicio.
Un evento especial en tu vida es otra buena razón, la llegada de tu bebe, tu boda, un funeral, y eventos que no son muy común que requieres tu presencia y apoyo. Pero volvemos a lo mismo. Estos eventos no son tan comunes.
El cumpleaños tuyo y de toda la familia, la compra de tu casa, el cumpleaños del perro, el día del niño no son eventos que requieren tu presencia y apoyo. Si tomas esto como prioridad, ya se vuelve una excusa.
Hay demasiadas excusas; como por ejemplo, me duele el hombro, me duelen las uñas, tengo gripe, hoy no tengo ganas, no tengo tiempo, estoy cansado, mi vecino se casa, es el cumpleaños de la cunada, tengo mucho trabajo y varias otras cosas similares. Tu sabes y todos sabemos que eso son solo excusas y que tu pérdida de peso no es una prioridad. Lo cual no digo que sea malo. Pero sé honesto contigo mismo y no te mientas que tu pérdida de peso es una prioridad.
Las excusas no dan resultados y no son razones para no ejercitarte.
Puedes sacar todas las excusa posibles para no hacer ejercicio y te vas a dar cuenta que dentro de un año estas igual o peor en tu salud. Creemelo, si las excusas funcionaran para darte resultados, yo tengo muchas y las usará. Mi vida seria mas facil.
Si en realidad quieres cambios en tu salud cuerpo y vida, deja de poner excusas, disciplinate, haz ejercicio y solo falta cuando en realidad tengas una buena razón para no hacerlo.
Estas son sólo unas de las pocas razones para no ejercitarte que existen.